
Rehabilitación de edificio en Borja
La rehabilitación del Palacio de los Nogués materializa una delicada convivencia entre la historia del palacio y una expresión arquitectónica contemporánea que además integra nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia energética de la preexistencia.
Superficie: 1183 m2
Estado: Finalizado
Cronología: 2024
Localización: Borja
Tipo de obra: Rehabitación de edificio
Borja, ciudad orgullosa ubicada en la provincia de Zaragoza, es un ejemplo del esplendor aragonés desde los reyes católicos. En ella habitan numerosos palacios y casas señoriales que están todavía ansiosas por ser rehabilitadas y actualizarse como ahora lo ha hecho uno de sus mayores ejemplos, La casa Palacio de los Nogués.
Un proyecto diseñado y dirigido por Cronotopos para rehabilitar un palacio del siglo XVI como oficinas y centro de emprendimiento local que cuenta con una sala de exposiciones en su sótano iluminada por la reinterpretación de unos antiguos accesos por las que se recibían las cosechas.


La pieza central o ameba, se adapta a las circunstancias y los usos conteniendo los servicios sanitarios, almacenamientos, ascensor, patinillo de instalaciones. Climatización, aerotermia y archivo de los más de 200.000 expedientes que tiene la empresa. También es un elemento servidor, que suministra servicios al colectivo a través de despachos de uso espontáneo y a partir del cual también se nutren electrónicamente el resto de espacios del proyecto y la obra.
Formalmente, la ameba supone el camino de baldosas amarillas que todos conocemos. Ascendiendo como una pieza en terracota, se expande y comprime, se abre y se cierra para mostrar no solo el camino, sino también sensaciones y visuales que potencian las relaciones y colaboraciones entre los trabajadores y la historia del edificio rehabilitado.
Tras más de cuatro años de trabajo, la obra de rehabilitación y restauración respeta las diferentes etapas de construcción del edificio a lo largo de 500 años. Finalizada esta obra de rehabilitación, desde el exterior, se mantienen como testigos del esplendor pasado la espectacular fachada, con su galería de columnas y el arrimadero de azulejería interior, ahora fusionados con un diseño más contemporáneo que se multiplica con el poder fenomenológico de una fuente tapiz especialmente diseñada para tal efecto. Esta transformación nos invita a explorar la armonía entre la historia y la innovación a través del espacio que queda en medio, entre la envolvente y la ameba.
El espacio intermedio ha sido diseñado como un área diáfana “open to work” cuya voluntad es cumplir su función de una manera pausada y silenciosa. Tiene, en este caso, la virtud de echarse a un lado y aflorar como casi un “no lugar” que cede su protagonismo a la dualidad ameba-historia. Es por eso que nada en él, visto desde una visión periférica, destaca. Es por ello que se ha utilizado un forjado de hormigón con casetones recuperados, una estructura de pilares de acero con doble UPN en presillas que intenta aligerar el peso de la estructura al permitir una permeabilidad entre sus perfiles o, por ejemplo, un suelo continuo de autonivelante cementoso.
Todo ello se ata con un sistema modular de estanterías hechas a medida que suponen los vasos sanguíneos del edificio. De ellas aparecen las mesas que mediante un sistema de rodamientos, se unen y separan para hacer más dinámicos los puestos de trabajo. Así mismo se personalizan con una vegetación especialmente diseñada para su interior que naturaliza el espacio y, de alguna manera emula una conexión con el jardín maravilloso que un día existió.

Dibujo realizado por Alejandro Lezcano Maestre, Arquitecto director de Cronotopos Arquitectura