
Procesos
Cronotopos es un estudio de arquitectura y rehabilitación que trabaja con una metodología centrada en el diálogo con cada cliente. Creemos en el intercambio de ideas, perspectivas y referencias como punto de partida para llegar a propuestas arquitectónicas innovadoras, sostenibles y totalmente personalizadas.
EL CUADERNO Y LA ENTREVISTA
Cada proyecto comienza con una hoja en blanco que se va llenando en nuestra primera conversación. A veces basta una fotografía, una pieza de mobiliario, un recuerdo o una anécdota. Cualquier detalle puede marcar el rumbo del diseño. Nos gusta trabajar con clientes que aportan, que imaginan con nosotros. Porque en Cronotopos nos asumimos como un filtro: tomamos sus ideas y las transformamos en ESPACIO… y en TIEMPO.

01.
PROPUESTA Y ECONOMÍA
Después de la primera visita el equipo comienza a imaginar, bocetar, discutir. Y todo lo hacemos con algo muy claro en mente: lo que se habló, lo que se pensó… y en el presupuesto. En nuestros proyectos siempre conseguimos adaptar las ideas a los bolsillos de cada uno de nuestros clientes porque entendemos que la arquitectura esta ineludiblemente unida a ella.

02.
EL TRASPLANTE A LA REALIDAD
Una vez que el proyecto toma forma y los números hacen sentido, pasamos a los preparativos para trasplantar nuestro proyecto del mundo de las ideas al mundo real. Este proceso es la realización de un proyecto capaz de detallar todos los encuentros constructivos, procesos y posibles desafíos que nos podamos encontrar en obra.

03.
MATERIALIZACIÓN DE LA IDEA
Cuando todo está listo, empieza la obra. Para muchos, es la parte complicada. Para nosotros, es la más emocionante. Es donde todo se pone a prueba. Por eso la acompañamos de cerca, supervisamos con cuidado y nos anticipamos a los imprevistos. Nos gusta estar ahí, resolviendo, afinando, construyendo.

04.
LA ÚLTIMA CENA
Terminar una obra siempre trae emociones encontradas. Por un lado, la emoción de ver nacer un proyecto. Por el otro, la nostalgia de despedirse. Para cerrar ese ciclo, nos gusta compartir una última cena en el lugar construido. Es el momento para mirar atrás, compartir anécdotas del proceso… y dar por concluido el capítulo. Porque cada proyecto que se cierra, abre espacio para el que sigue.
